A continuación conoceremos una de las historias más increíbles que podrás ver navegando por la red y en este tipo de páginas. Sin duda se trata de una historia espectacular que le sucedió a la pareja, María y Pedro, quien estaban de luto por su difunto hijo e iban todos los días a ver su tumba en el cementerio de la ciudad. De repente un día se encontraron con que a partir de entonces todos y cada uno de los días que ellos llegaban a visitar la tumba de su hijo. En aquel cementerio siempre se encontraban con que alguien había dejado una rosa de color rojo, justo encima del ataúd de su hijo. Esto fue algo que les llamó mucho la atención debido a que prácticamente siempre eran ellos solos, los que estaban por allí por el cementerio y no veían por norma general a nadie.
Decidieron instalar una cámara en la tumba de su difunto hijo
Tenían que hacer todo lo posible
Si habían tocado de lleno con que algún extraño o alguna persona desconocida llevaba todos y cada uno de los días, una rosa roja nueva y la colocaba allí sobre la tumba de su difunto hijo. En aquel cementerio ir a raro ver muchas personas ya que era un cementerio muy pequeñito que había en una de las partes más recónditas de la ciudad, más bien considerado un pueblo que una ciudad. Pedro y María se dirigían de camino a casa después de haber estado un largo día en el cementerio y haber quedado perplejo al haber visto como cada día una rosa roja, colocada en la tumba de su hijo. Decidieron que tenían que tomar cartas en el asunto y finalmente colocaría en una cámara para ver quién era la persona que dejaba allí las flores.
Tenían que hacer todo lo posible